Te quiero pero se me hace tarde.
Te espero y te espero y nunca llegas,
he olvidado si te he conocido o ha sido un sueño,
tu risa es un eco y tu mirada es fugaz,
tanto que ya no me deja tiempo a verte.
Y yo te quiero pero se me hace tarde.
Ayer me reencontré con tu perfume
y salí del lugar acompañada de ti.
Caminaba sola y la gente me miraba,
me di cuenta de que hacía tiempo que no estabas allí.
Salió el último tren,
la ciudad nunca duerme pero encendidas se apagaron las luces,
y me quedé sola, llorándote,
en la calle donde tu perfume pasea a sus anchas,
sin pedir permiso, sin previo aviso.
Y yo te quiero pero tengo que entender,
que se me hace tarde.
(18 de febrero de 2014)