sábado, 20 de enero de 2018


TE RESPIRÉ TANTAS VECES

Se me fueron las ganas de seguir luchando sin red,
de tanto quererte sin protegerme la piel,
se me vació la paciencia de esperarte y que no llegues,
me dijo adiós la fuerza que me hacía sostenerte
y yo no la quise detener.

Y ahora siento que
no has comprendido mi manera de respirar,
que tantas veces fue por ti,
que no has comprendido mi manera de respirar, de respirarte.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti cada sonrisa en cada cosa que miraba.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti cada discurso que armaba en mi garganta.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Y espero que tú,
algún día te des cuenta de mis ausencias
y me eches de menos,
y eches de menos esa luz que provocabas tú.

Y espero que a ti te vaya bien,
que te invadan las ganas de respirarme como nunca lo has hecho,
te invadan las ganas de llenarme de tus maneras, de tus cosas, de tus manías,
de tu día a día, de tu risa, de tu llanto y de tu vida.

Te invadan las ganas de llenarme de ti, de respirarme,
de empaparme de tus ganas de vivir,
de tus ganas de amar...
de tus ganas de amarme aquí.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti mi talento en cada canción, en cada nota.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que cada paso en mi camino te lo dedicaba a ti.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de sentirte hasta el final, sin final.

miércoles, 3 de enero de 2018


Me enamoré de tu culo... inquieto, de tus miradas de cielo,
me enamoré de cada línea de tu cara, de cada gesto tuyo de arrogancia...,
de tu rock and roll.
Me enamoré de tanto gastarme la piel con la mirada,
de tu forma de arrancarme la ropa... a carcajadas.

Me enamoré de tus labios, llenos de suavidad y embriaguez,
de tu forma de contarme los lunares, de tu desnudez.
Me enamoré de las sábanas que enredaron mi locura,
que me confirmaron que sí, que la vida no se cuenta en normas
y que lo que se deja pasar no se cura.

Me enamoré de mí misma por ti y de lo fácil que es quererse así.
Me enamoré de ti.