Te quiero porque eres verdad. Y te quiero así, tan libre, tan auténtico, tan tú.
domingo, 17 de junio de 2018
miércoles, 6 de junio de 2018
Nunca tan complicado fue quererte,
y nunca tan pocas ganas tuve de intentarlo.
Incluso aquella vez, aquella tan dura,
aquella en la que me encontraste llorando,
aquella en que no sabías qué hacía allí,
y te explotó en la cara tanta distancia, tanto error.
Aquella.
Porque ahora me pesan las ganas de tantas como he tenido,
me pesan los minutos que he dedicado a pensarte,
a descubrirte, a descubrirme, a quererte sin condiciones,
sin reglas, sin planes, sin miedos, sin secretos,
a 200 por hora y sin red, sin pensarlo, sin dudarlo.
Me pesan los "te quiero" que te he dedicado,
las miradas a bocajarro, las sonrisas... tu sonrisa.
Me pesan las caricias y los besos que no te he dado,
que no me has dejado.
Me pesan las canciones que te he cantado, que he gritado.
Me pesa tanto dolor que he soltado, todas las veces que he suspirado,
después de correr maratones, saltar obstáculos, esquivar charcos,
para verte dos minutos mirarme a los ojos, sonreír a mi lado,
e incluso a veces ni siquiera conseguirlo,
para estar siempre perdiendo, por ti.
Me pesa cada cosa que dejé para luego por verte,
cada km que recorrí, siempre hacia ti.
Una carrera constante a la nada, a lo efímero, a la fantasía,
que nunca se daba la vuelta hacia mí.
Y hoy miro atrás y eres polvo, que brilla pero se esfuma.
Miro en mis dedos y no hay nada.
Nunca lo hubo.
No estabas allí.
Me pesan los momentos, los años,
sobre todo eso, los años.
Y me he cansado.
Ya no quiero más poemas de enamorado,
sólo son palabras que nunca traen tu presencia a mi lado.
No estabas allí. No estás. Y me he cansado.
Me he cansado.
P.D: Si algo hay, si algo hubo, si algo queda, no hagas honor a la poesía, abraza la "fantasía".
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)