martes, 26 de marzo de 2024

 
Es difícil seguir escribiendo canciones de desamor cuando sientes que ya lo has vivido y sentido todo, y, sobre todo, cuando te das cuenta de que nada has tenido.

Es como sacarte las manos de los bolsillos tirando del forro hacia fuera y quedarte mirando al suelo, y ver todas las hojas caídas de los árboles con ese tono apagado a tu alrededor.

Los árboles también parecen desnudos, pero al menos ellos han tenido otoño, porque antes hubo un verano y una primavera. Aquí dentro, en cambio, siempre ha sido invierno.