jueves, 21 de enero de 2016
Quiero poder recorrer a besos tu cara,
aun a riesgo de que nuestros labios tomen sus decisiones y desobedezcan las nuestras.
Quiero que nuestras manos nunca dejen de acariciarnos,
aunque eso suponga que se nos desgaste la paciencia y se anime la impaciencia.
Quiero poder cruzar nuestras miradas sin que nada entorpezca su camino,
aunque eso signifique seguir jugando a lo imposible.
Quiero no parar de oírte decir mi nombre,
aunque luego tu voz sea la culpable de mi insomnio.
Quiero decirte que te quiero tantas veces como mi boca sea capaz de pronunciarlo
y tantas como tú seas capaz de soportarlo.
Quiero seguir formando parte de tu vida,
aunque eso acabe encarcelando la mía.
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Canto máis leo as túas verbas máis me sumerxo nelas.
ResponderEliminarSigue así... son preciosas.
¡Gracias! É un pracer escribir e que alguén se sinta identificado co que escribo. Un luxo en realidade, unha ledicia, parte do sentido de escribir.
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