jueves, 21 de abril de 2016
Muere mi alma en pedazos cada vez que te vas,
respiro cuando estás,
inconscientemente ese aroma embriagador
que me hiere y me cuida a la vez.
Y me abofetea la cara la realidad
cuando queda sólo para mi otra vez el sofá.
Abrazo fuerte la puerta como si me fuera a devolver,
sólo un poco de esa fuerza para soñar,
sólo un poco de realidad, esta realidad.
Pero tengo que soltarla y sólo esperar...,
esperar o desesperar.
Quererte es parte de aceptar
que hay cosas que llegan sin más,
puede que se elija el final
pero nunca se elige el principio
y finalmente, el principio vuelve
y el final se revela,
hasta que no puedes más.
Quererte es parte de aceptar
que si no fuera así
esta puerta no me devolvería nada más que un hasta luego.
Pero me devuelve tu aliento,
nuestra ansiedad, tu mirada,
esas ganas de amarnos sin fin,
sin importar nada más.
Quererte es aceptar
que yo no escribí este final,
que no se elige cuándo respirar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario