Me haces sudar a distancia con un puñetero whatsapp. ¿Qué narices tienes y quién narices eres?
Que tocas el punto justo que pone nervioso hasta a mi talento, que haces que tiemble mi seguridad, que ni con dos tacones soy capaz de enfrentarme a tu presencia sin temblar, eso aunque no estés aquí.
¿Qué tienes, que abres la boca para decir lo justo en el momento exacto y me pones a escribir otra vez?
No te enfrentes con tu poesía a alguien que escribe canciones porque, Cariño, va a ser brutal..., nuestra eternidad.
P.D: Sé que esto también te hará sudar.
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