Ver tu pelo en una foto y no poder enredar mis dedos en cada uno de tus rizos, y recorrerlos desde su cielo hasta las puntas, suavemente... como un baile... como unas manos que manejan un pincel en un lienzo... Es como ver el pastel más rico del mundo al otro lado de una vitrina y no poder ni siquiera olerlo, cuando ya sabes que es inmensamente placentero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario