Amo cada
minuto que respiras, cada palabra que suspiras o que vomitas...
Amo
cuando sonríes y sonríen tus ojos y deseo verlos siempre así...
Amo
cuando te enfadas, te pones serio, gruñes y te quejas, para luego mirarme y
calmarte, aunque te sigas quejando...
Amo hasta
tu forma de quejarte y cómo reclamas tu derecho a hacerlo.
Amo como
mimas cada cosa que haces, hasta el último detalle y como refunfuñas si
intentan robarte tiempo de talento...
Amo
cuando te ilusionas con algo hasta el punto de no parar de hablar de ello ni
dejar de hacer, de crear, aunque esté acompañándote...
Amo como
reivindicas y reclamas tu espacio, ese que tantas veces me has dejado invadir,
pero eso sí, cómo, cuándo y dónde tú quieres... Aunque de vez en cuando no
estaría de más que me dejases mandar un poquito...
Amo lo
coqueto que eres, colocando cada pelito de tu cabecita, mirándote al espejo,
queriendo parecer más hombre, más grande, más... y más... Cariño, déjame
decirte que no hace falta que parezcas nada más, ya lo eres.
Amo esa
dulzura que sacas cuando eres más tú, más todavía.
Amo tu
gesto cuando tienes la necesidad de cuidarme y yo de dejarme cuidar... Me
acoges en tus brazos, me rodeas con delicadeza diciendo que soy tan pequeña que
tienes que tener cuidado de no lastimarme... y luego aprietas como si no me
encontraras en tus brazos y no paramos de reír. Y aflojas, y me acaricias, y me
miras.
Amo
cuando asumes que tú también necesitas que te cuiden, cuando, como el buen
hombre que eres, sabes y permites que una mujer te abrace, te rodee y te
proteja. Amo que, al menos en esos instantes, permitas que sea yo esa mujer.
Amo
cuando me miras con admiración, cuando presumes de mi con algún amigo... de mi
talento, y como sabes verlo como nadie.
Amo
cuando me miras de arriba a abajo, cada vez como si fuera la primera, deseando
decirme lo guapa que estoy y al final lo dices. Si no utilizas las palabras
utilizas tus abrazos. Ay! tus abrazos!
Amo tu
elegancia, tu acertada actitud en cada momento, tus palabras siempre tan bien
escogidas y esa sonrisa siempre para todo el mundo.
Amo, en cambio,
cuando no sabes ni quieres esconder tu cara seria cuando lo que tienes enfrente
no te hace gracia. Y como intentas controlarte pero matarías en ese momento.
Eso si, con elegancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario