viernes, 17 de agosto de 2018


Ni aunque pasaran mil años,
ni aunque todo haya sido mentira,
ni aunque fuera una verdad
que hubiera parecido mentira
y que nunca entenderé,
ni aunque pareciera idiota,
ni aunque todo, al final, haya salido mal,
ni aunque volviera a salir mal una y mil veces más...,
jamás me arrepentiría de haberte querido tanto.

Porque nunca había amado con tanta verdad,
porque nunca había sido tan real,
porque creía que no podría y pude,
porque tenía miedos y se fueron
cuando fui capaz de abrazar como te abracé a ti.

Porque no sólo te abrazaba a ti,
también me abrazaba a mí.
Porque no sólo creía en ti,
también creía en mí.
Porque, aunque tú no hayas aprendido,
yo sí.

Aprendí que no hay reglas,
que no hay condiciones,
que no hay distancias ni razones.
No hay inconvenientes,
ni desventajas.
Si quieres acompañar, acompañas,
si quieres que te acompañen, disfrutas.

Menos es más
y mucho más sólo sobra.
No pides, no ruegas
ni besos, ni abrazos, ni mimos,
ni miradas, ni nada.
Tampoco juzgas, ni criticas,
ni cuestionas.
Admiras y das, sin más.

Aprendí todo eso,
no de ti, sino contigo.
Sólo por eso:
gracias.

                                                                               24 de julio de 2018

sábado, 28 de julio de 2018


Pase lo que pase, estoy preparada para el caos.
Pase lo que pase, soy más fuerte que nunca para cortar por lo sano con lo que sea, antes de que me haga daño.
Pase lo que pase, ni miedo, ni dudas, ni razones, ni excusas.
Pase lo que pase, me siento bien, orgullosa de haber amado de esa manera.
Y si resulta que no soy yo, ojalá encuentres a alguien que pueda amarte tanto.
Y si resulta que no eres tú, tendrás que aprender que la vida y el amor no esperan.
Pase lo que pase, amé, aprendí y crecí.
Pase lo que pase, es un alivio seguir queriendo que seas feliz.
Pase lo que pase, podré recordar siempre que probé tus labios alguna vez. Y reí.
Pase lo que pase, si resulta que voy a probarlos más, ojalá seamos siempre así.

sábado, 21 de julio de 2018


TU HISTORIA, UNA CANCIÓN

Me has tenido en tus brazos,
me hiciste vivir en tu mundo
y lo que me quedaba atrás ya no importaba,
de repente sólo quería vivir en ti.

Ahora cada coche gris oscurece mi día,
veo esa cadena de televisión
y consigues que te odie, que quiera cruzarte la cara,
hacerte comer cada recuerdo, cada lágrima.

Pero no te preocupes por mí,
no hace falta que simules que te importo,
hace tiempo que sé superar una mentira,
convertiré tu historia en una canción
y cuando eso pase, serás sólo eso, una canción.

Lo nuestro duró,
lo mismo que se tarda en leer cuatro versos,
en escribir una estrofa, en tocar los acordes
de apenas dos momentos de pasión.

Escucho ese disco,
alguien que se fuma un cigarrillo,
la puerta que no corre de mi habitación.
El laurel en la cocina, tantas flores marchitas,
recuerdos de Tom y Jerry,
y un fallo en el contacto del motor.

Las cazadoras de cuero,
un par de tacones y un concierto de rock and roll.
Dormir sólo con la piel,
los desayunos sin prisa
y dormir la siesta en una mala postura
en el sofá del salón.

Y consigues que te odie.

Así que no te preocupes por mí,
no hace falta que simules que te importo,
hace tiempo que sé superar una mentira,
convertiré tu historia en una canción
y cuando eso pase, serás sólo eso, una canción.

Lo nuestro duró,
lo mismo que se tarda en leer cuatro versos,
en escribir una estrofa, en tocar los acordes
de apenas dos momentos de pasión.

Ya eres sólo eso, una canción.

domingo, 17 de junio de 2018

miércoles, 6 de junio de 2018


Nunca tan complicado fue quererte,
y nunca tan pocas ganas tuve de intentarlo.

Incluso aquella vez, aquella tan dura,
aquella en la que me encontraste llorando,
aquella en que no sabías qué hacía allí,
y te explotó en la cara tanta distancia, tanto error.
Aquella.

Porque ahora me pesan las ganas de tantas como he tenido,
me pesan los minutos que he dedicado a pensarte,
a descubrirte, a descubrirme, a quererte sin condiciones,
sin reglas, sin planes, sin miedos, sin secretos,
a 200 por hora y sin red, sin pensarlo, sin dudarlo.

Me pesan los "te quiero" que te he dedicado,
las miradas a bocajarro, las sonrisas... tu sonrisa.
Me pesan las caricias y los besos que no te he dado,
que no me has dejado.
Me pesan las canciones que te he cantado, que he gritado.

Me pesa tanto dolor que he soltado, todas las veces que he suspirado,
después de correr maratones, saltar obstáculos, esquivar charcos,
para verte dos minutos mirarme a los ojos, sonreír a mi lado,
e incluso a veces ni siquiera conseguirlo,
para estar siempre perdiendo, por ti.

Me pesa cada cosa que dejé para luego por verte,
cada km que recorrí, siempre hacia ti.
Una carrera constante a la nada, a lo efímero, a la fantasía,
que nunca se daba la vuelta hacia mí.
Y hoy miro atrás y eres polvo, que brilla pero se esfuma.
Miro en mis dedos y no hay nada.
Nunca lo hubo.
No estabas allí.

Me pesan los momentos, los años,
sobre todo eso, los años.
Y me he cansado.
Ya no quiero más poemas de enamorado,
sólo son palabras que nunca traen tu presencia a mi lado.

No estabas allí. No estás. Y me he cansado.

Me he cansado.


P.D: Si algo hay, si algo hubo, si algo queda, no hagas honor a la poesía, abraza la "fantasía".

lunes, 28 de mayo de 2018


CÓCTEL DE POESÍA

Y mis poemas, mis letras, mis pensamientos, mis sueños... se quedaron en El Penta, en el mítico Penta. El sitio de los sueños del maestro y el querido Antonio Vega, y de muchos más. Ha sido un placer y un lujazo!! Gracias Juanma.






lunes, 7 de mayo de 2018


"La música y las canciones saben mucho más de ti que tú mismo."

                                                                                               (Antonio Orozco, 2018)

martes, 1 de mayo de 2018


Me quedé embobada pensando en ti y me olvidé de vivir.

                                                                                        (enero de 2014)

domingo, 22 de abril de 2018


No vuelvas a ocupar mi tiempo con falsas promesas
porque luego no voy a dedicarte más.
No vuelvas a decirme lo bonita que es mi sonrisa
si no vas a hacerme sonreír.
No vuelvas a halagar mis lágrimas
si sabes que son por tu culpa.
No te atrevas a volver a mirarme a los ojos
si no eres capaz de mantenerme la mirada.
No vuelvas a decirme lo bella que soy
si no te interesa verlo de cerca.
No me vuelvas a decir que no tienes tiempo
cuando para decir SÍ sólo se necesita un segundo.

(noviembre de 2014)

viernes, 6 de abril de 2018


Me haces sudar a distancia con un puñetero whatsapp. ¿Qué narices tienes y quién narices eres?

Que tocas el punto justo que pone nervioso hasta a mi talento, que haces que tiemble mi seguridad, que ni con dos tacones soy capaz de enfrentarme a tu presencia sin temblar, eso aunque no estés aquí.

¿Qué tienes, que abres la boca para decir lo justo en el momento exacto y me pones a escribir otra vez?

No te enfrentes con tu poesía a alguien que escribe canciones porque, Cariño, va a ser brutal..., nuestra eternidad.


P.D: Sé que esto también te hará sudar.

viernes, 30 de marzo de 2018


Hasta que la inocencia, el momento, la nostalgia o el destino nos encuentren. Hasta entonces, hasta luego. Y si eso no sucede, larga vida y buen viaje.

(septiembre de 2013)

lunes, 12 de marzo de 2018


Te miré a los ojos lo suficiente como para aceptar todos tus defectos y cada una de tus circunstancias, empecé a amarte con todo y me tiré sin red. Fue lo más doloroso que hice en toda mi vida pero también lo más auténtico.

Perdí.

Pero al menos supe lo que significa amar de verdad.

miércoles, 28 de febrero de 2018


Y es tan intenso mi vivir, el cómo respiro, que necesito escribir para compensar el peso, de otro modo no podría seguir siendo ligera. Y utilizo la imaginación, utilizo el recuerdo, utilizo la rabia, el enfado, el dolor, el amor, la alegría, el sexo, la pasión, la libido... Escribo con todo lo que soy, lo que fui y lo que aprendo a ser cada día.

Y qué atrevida yo, ¿no? Que digo "utilizo" como si algo de eso me perteneciera. No me pertenezco ni a mí misma. Soy todo eso y no soy nada. Me vacío de historias, de mitos y de emociones y nada más que tengo un cuerpo que me sostiene, que me transporta. Pero al final no soy, sólo estoy. Y por eso escribo. Y cada vez que lo hago, me preparo para que otra nueva historia me invada. Y luego la suelto, la escribo. Me invaden y las suelto, me invaden y las suelto, me invaden y las suelto... Y nunca acaba.

Gracias, palabra. Esa es la prueba que tengo, de que estoy viva.

martes, 13 de febrero de 2018


Te amo. Y eso que cada día me pareces más idiota y más imbécil, pero, aun así, te amo. Y te juro por mi vida que haré todo lo posible por olvidarte. Y, a menos que, por un milagro, de repente empieces a merecer todo el amor que te he tenido y que te tengo, te juro que lo conseguiré.

Pero antes de ello, ojalá me ames como no amaste a nadie en tu vida. Y después me iré. Y se quedarán contigo las ganas, mi voz, las melodías, la lluvia, el gris de los días, la naturaleza del invierno y todas las cosas cotidianas en las que nos hemos querido tanto.

Y ojalá te invadan las ganas de robarme un beso, de apartar de un plumazo con la mirada y la palabra, al hombre que me haga temblar y erizar la piel. Y ojalá te invada la rabia cuando caliente el sol hasta que te agote por haberme dejado marchar, y la tristeza cuando la lluvia caiga más fuerte que nunca del otro lado de la ventana. Y recuerdes por qué nos gustaba tanto. Y te invada mi imagen en tu cabeza en cada cosa que vivas, que hagas, que pienses, que sientas o que respires.

Y ojalá sea lo que tanto odias lo que al final más desees: mirar el móvil a todas horas para ver si te he llamado. Y confundas el sonido del despertador con una llamada mía y odies el día que te espera después de comprobar que no. Y que no. Y que no. Y que no. Y otra vez. Y otra vez. Y otra vez.

Y ojalá sonrías como un tonto, o como un loco, cuando recuerdes cualquier momento de risa conmigo. Y ojalá te sorprendas cantando solo por la calle y que los demás te miren raro. Y ojalá te parezca verme entre la gente y te tengas que girar dos veces para ver si era yo. Y te de un vuelco el corazón. Y ojalá te levantes a las tres de la mañana para escribir lo que no te atreves a decirme, para escribirme, para describirme. Y ojalá te sorprendas hablando solo delante del espejo, meditando en todo lo que me dirías.

Y ojalá te pueda la ansiedad solo de pensar en verme. Y ojalá te vuelvas patoso, tartamudees y sudes cuando, por un milagro, tengas la oportunidad de tenerme delante. Y ojalá deambules por las calles como un alma en pena por faltarte la valentía de decirme un TE AMO. Y ojalá te atrevas.

Ojalá.

Y yo te olvidaré. Lo juro. Te lo juro. Porque igual que te amo puedo odiarte. Y, de hecho, de momento ya detesto tu estupidez.

domingo, 4 de febrero de 2018


Si no quieres escuchar de mi boca un "te quiero", te lo diré hasta que te exploten los oídos.


sábado, 20 de enero de 2018


TE RESPIRÉ TANTAS VECES

Se me fueron las ganas de seguir luchando sin red,
de tanto quererte sin protegerme la piel,
se me vació la paciencia de esperarte y que no llegues,
me dijo adiós la fuerza que me hacía sostenerte
y yo no la quise detener.

Y ahora siento que
no has comprendido mi manera de respirar,
que tantas veces fue por ti,
que no has comprendido mi manera de respirar, de respirarte.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti cada sonrisa en cada cosa que miraba.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti cada discurso que armaba en mi garganta.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Y espero que tú,
algún día te des cuenta de mis ausencias
y me eches de menos,
y eches de menos esa luz que provocabas tú.

Y espero que a ti te vaya bien,
que te invadan las ganas de respirarme como nunca lo has hecho,
te invadan las ganas de llenarme de tus maneras, de tus cosas, de tus manías,
de tu día a día, de tu risa, de tu llanto y de tu vida.

Te invadan las ganas de llenarme de ti, de respirarme,
de empaparme de tus ganas de vivir,
de tus ganas de amar...
de tus ganas de amarme aquí.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que era por ti mi talento en cada canción, en cada nota.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de vivirte hasta el final, sin final.

Te respiré tantas veces sin que vieras,
que cada paso en mi camino te lo dedicaba a ti.
Te respiré tantas veces sin que vieras,
mis ganas de sentirte hasta el final, sin final.

miércoles, 3 de enero de 2018


Me enamoré de tu culo... inquieto, de tus miradas de cielo,
me enamoré de cada línea de tu cara, de cada gesto tuyo de arrogancia...,
de tu rock and roll.
Me enamoré de tanto gastarme la piel con la mirada,
de tu forma de arrancarme la ropa... a carcajadas.

Me enamoré de tus labios, llenos de suavidad y embriaguez,
de tu forma de contarme los lunares, de tu desnudez.
Me enamoré de las sábanas que enredaron mi locura,
que me confirmaron que sí, que la vida no se cuenta en normas
y que lo que se deja pasar no se cura.

Me enamoré de mí misma por ti y de lo fácil que es quererse así.
Me enamoré de ti.